lunes, 23 de noviembre de 2009

MI PRIMER POINTER, MIS COMIENZOS Y ALGUNAS ANECDOTAS

Bueno, mis comienzos fueron muy precoces, practicamente desde que tengo uso de razón. Practicando varias modalidades de caza y pesca. Cuando mismo tuve edad para tener una escopeta mi padre me pasó la suya.
Fué a primeros de los noventa, yo tenía 17 años y quise tener un perro de muestra. Anteriormente había tenido cruzados por el sólo gusto de tener perros, ya que los animales me gustan muchísimo. Compré varias revistas de caza y había visto un perro que me llamó bastante la atención. Era un pointer. Yo no sabía nada de esta raza. Ni como cazaba, ni nada de nada. Les preguntaba a mis compañeros y unos me decian: "Es muy fuerte", otros: "son maquinas de cazar y algunos salen buenos".
Varios compañeros de mis amigos tenían pointers, y yo estaba detrás para ver de que manera me podían regalar algún cachorro, pero viendo que la espera, desespera, decidí ahorre durante seis o siete meses un dinerillo y comprarme uno. Era un cachorro de un señor que competía y se anunciaba en revistas. Era descendiente de unos perros italianos, FINCO, GAIO, y su padre era de linea española.
Bueno, con este perro me pasó de todo. Era como un acertijo que tenía que descifrar. Yo nunca había cazado con perro de muestra y menos un pointer. No sabía ni dirigirlo ni dominarlo y mucho menos adiestrarlo. Yo estaba loco y creo que el cachorro estaba peor que yo.
Empezó a crecer y a la edad de 8 meses comencé a salir de caza con él. Noté que no cazaba en linea recta, sino de derecha a izquierda. Yo me decía "este perro es un poco raro" pero en realidad la rara era mi ignorancia.
El no paraba. Galopaba y galopaba hasta reventar. Para no extenderme mucho contaré sólo algunas anécdotas.
Era un perro sanguinario y carnicero hasta la axfisia. Cazaba de sol a sol hasta reventar, pero yo lo seguía donde fuera. Al principio no lo dominaba, él me dominaba a mi. La suerte era que cuando tocaba una emanación de una perdíz (porque era perdicero total) paraba en seco, y allí estaba esperando allá donde fuera aunque yo estuviese a 200 metros o más de él, aunque la perdiz apeonara, no importaba, él estaba allí de muestra, yo corría en su busca, y cuando estaba presente, él se disponía a guiar esa perdíz con una exactitud increible, dominandola y con una muestra y guía totalmente expresiva. Mascaba el viento, le encantaban las perdices, no importaba los metros que la perdíz podía hacer. En numerosas ocasiones daba con ella, pero allí estaba yo (tirador nuevo, y con nervios al máximo: ¡coctel explosivo!) para fallarle casi todas las perdices.
Las perdices de ala, las cobraba igual que las vivas. Las guiaba igual pero un poco más rapido. Cobraba bastantes de ala porque cuando volcaba una perdíz casi siempre era de ala.
Yo me pensaba que los pointers hacian todo lo que hace este y cuando mi perro tenia 3 años pense en comprar otro para tener repuesto, pero no tuve suerte. Llegué a comprar en un plazo de 5 años varios ejemplares pero ni uno de ellos se parecía a este.
Comencé a ver de que manera podía tener algo parecido y procedí a comprar alguna hembra medianamente en condiciones para cubrirla con mi macho y así de esta manera tener raza.
Al final de la cuestión este animal me enseñó una cosa muy importante; no se puede abusar de nada en esta vida porque te quedas a dos velas, tanto sacaba a cazar a este animal que lo fundí.
Con siete años tenía todas las enfermedades reunidas, artrosis, azucar, se quedó ciego ya que se metía hasta en la broza ramblas y junqueras. Se quedó cojo de una pierna. Tenía más potencia mental que chasis, así que como si de una moto preparada se tratase, explotó.
A los ocho años lo enterré donde lo saque el primer día de caza. Los próximos animales descendientes de este no los hice cazar de tal manera, ya que ahora tengo varios para ir sacandolos. Normalmente, me suelen durar doce y trece años, y obviamente están de mucho mejor ver.
Un saludo a todos y... ¡BUENA CAZA!

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